En no pocas ocasiones a la hora de solicitar financiación a un banco o caja nos enfrentamos con un gran obstáculo: no podemos ofrecerle avales. Las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) han nacido para actuar precisamente como avalistas de empresas y autónomos ante las entidades financieras. Desarrollan su actividad generalmente en una zona geográfica determinada (lo habitual es tener una o dos SGR en cada Comunidad Autónoma) aunque también hay SGR de ámbito nacional pero específicas de algún sector determinado: Transportes, audiovisual, sector agrario. Conseguir el aval de una SGR es un proceso muy laborioso y lleva su tiempo, pero cuando no se dispone de otro tipo de avales, es una vía imprescindible. |
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